Translations

Night of the Scorpion 

I remember the night my mother 
was stung by a scorpion. Ten hours 
of steady rain had driven him 
to crawl beneath a sack of rice. 
 
Parting with his poison - flash 
of diabolic tail in the dark room - 
he risked the rain again. 
 
The peasants came like swarms of flies 
and buzzed the name of God a hundred times 
to paralyse the Evil One. 
 
With candles and with lanterns 
throwing giant scorpion shadows 
on the mud-baked walls 
they searched for him: he was not found. 
They clicked their tongues. 
With every movement that the scorpion made his poison moved in Mother's blood, they said. 
 
May he sit still, they said 
May the sins of your previous birth 
be burned away tonight, they said. 
May your suffering decrease 
the misfortunes of your next birth, they said. 
May the sum of all evil 
balanced in this unreal world  
against the sum of good 
become diminished by your pain. 
May the poison purify your flesh  
of desire, and your spirit of ambition, 
they said, and they sat around 
on the floor with my mother in the centre, 
the peace of understanding on each face. 

More candles, more lanterns, more neighbours, 
more insects, and the endless rain. 
My mother twisted through and through, 
groaning on a mat. 
My father, sceptic, rationalist, 
trying every curse and blessing, 
powder, mixture, herb and hybrid. 
He even poured a little paraffin 
upon the bitten toe and put a match to it. 
I watched the flame feeding on my mother. 
I watched the holy man perform his rites to tame the poison with an incantation. 
After twenty hours 
it lost its sting. 
 
My mother only said 
Thank God the scorpion picked on me 
And spared my children. 

Night of the Scorpion / Nissim Ezquiel
La noche del Escorpión
Traducción al español  por Kavita Ezekiel Mendonca y Jaya Choudhury

Recuerdo la noche en que mi madre
fue picada por un escorpión.
Diez horas de lluvia incesante lo había llevado
arrastrándose  bajo de un saco de arroz.

Al dejar  su veneno-----el fogonazo
de la cola diabólica en el cuarto oscuro
se arriesgó a la lluvia otra vez.

Los campesinos llegaron como los hervideros  de las moscas.
Y salmodiaron el nombre de Dios mil veces
 Con motivo de paralizar el maligno.

Lo buscaron con las velas
Y linternas lanzando las sombras gigantescas 
del escorpión sobre la pared 
al horno del barro; no fue encontrado 
Ellos chasquearon sus lenguas.
Con su cada movimiento el escorpión  hizo que el veneno se movió en la sangre de su madre, dijeron.

Que se quede quieto, dijeron.
Que los pecados de tu nacimiento anterior
se ardan bien ésta noche, dijeron. 
Que tu sufrimiento disminuya
los infortunios de tu próximo nacimiento, dijeron.
Que la suma de todos los males equilibrado 
en este mundo irreal

contra la suma del bien
se disminuya  por tu pena. 
Que el veneno la purifique a tu carne

del deseo y tu espíritu de la ambición,
dijeron, y se sentaron alrededor
de su madre poniéndola en el centro,
la paz de la comprensión en cada rostro.
Más velas, más linternas, más vecinos,
más insectos, y la lluvia incesante.
Mi madre se retorció  de cabo a rabo, 
gimiendo sobre la estera.

Mi padre, escéptico, racionalista,
Tratando de cada maldición y bendición,
mezcla, hierba, polvo y híbrido.
Incluso vertió un poco de parafina
Sobre el dedo mordido y la puso fósforo.
Vi que la llama se alimentaba de mi madre 
Vi el hombre santo realizaba sus ritos para domar el veneno con un conjuro.
Luego, después de veinte horas
perdió su picadura.

Mi madre dijo sólo:
Gracias a Dios que el escorpión me picó 
Y perdonó a mis hijos.